En una situación extrema —ya sea un apagón prolongado, estar varado en una isla o enfrentar un escenario post-apocalíptico— mi prioridad para sobrevivir sería contar con un smartphone de alta gama o una laptop, siempre junto a un powerbank potente y una placa solar. Estos dispositivos, equipados con modelos de lenguaje modernos (LLM), se convertirían en mi centro de inteligencia y guía para resolver problemas vitales.
Con un LLM instalado, podría obtener instrucciones precisas para encontrar y purificar agua, identificar alimentos seguros, tratar heridas, construir refugios o incluso encender fuego sin fósforos. También me ayudaría a orientarme sin GPS, hacer señales de rescate visibles, racionar recursos y anticipar cambios climáticos. Su capacidad para adaptarse a las circunstancias y responder a preguntas específicas sería crucial para la supervivencia.
En cuanto al hardware, elegiría un smartphone avanzado con suficiente potencia para correr modelos locales, o una laptop con buena memoria y GPU para tareas más complejas. La energía sería gestionada con baterías de alta capacidad y paneles solares plegables para mantener el sistema funcionando sin depender de la red eléctrica.
Más allá de lo práctico, estos dispositivos podrían ofrecer apoyo emocional básico, ayudando a mitigar la soledad en momentos difíciles.
En resumen, en una crisis, tener acceso inmediato a conocimiento actualizado y personalizado a través de un dispositivo inteligente es una ventaja decisiva para sobrevivir y seguir adelante.
Para conocer más detalles sobre este enfoque, visita: https://makiai.com/en-un-apagon-o-crisis-mi-prioridad-seria-tener-un-smartphone-o-laptop/
Top comments (0)