Siempre he sido de los que piensan que las semillas son solo para plantar, hasta que empecé a investigar sobre ellas y me di cuenta de lo nutritivas que pueden ser. Desde la chía hasta el sésamo, cada una tiene sus propiedades y beneficios.
Por ejemplo, las semillas de chía son ricas en omega-3 y fibra, ideales para mejorar la digestión. Las de sésamo, además de ser deliciosas, aportan calcio y antioxidantes. Y las de calabaza, con su alto contenido en magnesio, son perfectas para relajarse después de un día largo.
Incorporarlas en mi dieta ha sido sencillo. Las añado a mis ensaladas, yogures o incluso las consumo solas como snack. Lo mejor es que no solo son saludables, sino que también le dan un toque especial a mis platos.
Si aún no las has probado, te animo a que lo hagas. Son pequeñas, pero llenas de beneficios.
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