¿Qué es Decentraland y cómo funciona?

Decentraland es un mundo virtual descentralizado basado en la blockchain de Ethereum, donde los usuarios pueden explorar, interactuar, crear contenido y monetizar experiencias. A diferencia de Second Life, está impulsado por la tecnología blockchain, lo que garantiza la propiedad digital de terrenos y activos mediante NFTs.

Características principales

Accesibilidad: Se puede acceder desde navegadores web, aunque aún no está disponible en móviles. También es compatible con realidad virtual.

Personalización: Los jugadores pueden crear avatares y desplazarse por el mundo virtual.

Terrenos virtuales: Hay 90,000 parcelas de 16x16 metros, que los usuarios pueden comprar, vender y desarrollar con negocios, publicidad, casinos, tiendas, entre otros.

Plazas públicas y carreteras: Áreas comunes construidas por los desarrolladores donde los usuarios no pueden edificar.

Historia y desarrollo

2015: Creación del proyecto.
2017: Recaudación de $20 millones en ICO y primeras ventas de terrenos.
2018: Apertura del marketplace de compra y venta de propiedades.
2019: Implementación de avatares con pasaportes digitales.

Tecnología y Economía

Uso de blockchain: Funciona como una Dapp con contratos inteligentes (smart contracts) en Ethereum, garantizando seguridad e inmutabilidad.

NFTs y MANA: Los terrenos, avatares y artículos personalizados son tokens ERC-721. Las transacciones se realizan con MANA, el token nativo del proyecto.

DAO: La comunidad toma decisiones mediante un sistema de votación proporcional a la cantidad de MANA poseída.

Valor y mercado

Los terrenos más baratos rondan los $500, pero algunos alcanzan precios de hasta $200,000. La demanda proviene tanto de usuarios como de empresas interesadas en establecer presencia en el metaverso.

El proyecto tiene gran potencial gracias a la integración con blockchain, lo que permite mayor seguridad y descentralización en comparación con plataformas tradicionales como Second Life. Sin embargo, su viabilidad económica a largo plazo sigue en duda debido a la especulación y la dificultad de generar rentabilidad en muchas parcelas.