Ser coach significa ser guía. Pero no sólo es un orientador.
Implica mucho más.
Un entrenador exige, insiste y persiste. Insiste en adquirir y mejorar los hábitos.
El coach, no. El coach descubre el camino ya recorrido para que no tengas que empezar de cero. No te fuerza y mucho menos te juzga.
Se pone en tu lugar como si fuera él ya que tu eres su proyecto. Y en ese proyecto que eres tu mismo, te asesora a conseguir tus objetivos y desarrollar tu habilidades que ni siquiera te planteastes.
Es un experto en la toma de decisiones y en la mejora constante y ya que él es el experto, te ayudará a desarrollar tus habilidades que ni siquiera sabías que tenías.
El coach no obliga, no persuade, no insiste a diferencia del entrenador. El coach es como esa pequeña brújula que te orienta hacia donde de verdad quierer ir y hacia dónde no, visualizando posibles obstáculos hasta tu meta o posible enemigos potenciales de los objetivos.
El coach no es un amigo, ni mucho menos un compañero, tan solo eres un compromiso de mejora y se comprometerá contigo como si tus objetivos fuera sus objetivos, hasta que lo consigas ( o no .)
Ser coach , implica administrar tu tiempo para dárselo a otro que lo pueda aprovechar.
Exige un compromiso más allá de las relaciones humanas en las que el favor mutuo van de la mano.
Por un lado el pupilo consigue habilidades y mejora constante y por el otro el coach consigue ser una persona de referencia al que acudirán sin ninguna duda cuando tengan algún tipo de problema.
El coach NO resuelve problemas de nadie. Es otra ayuda más. Un pedal. Una base. Lo demás dependerá de la persona que requiera de sus servicios. Y de mucha, mucha fuerza de voluntad.
Ser coach, implica compromiso, tiempo, sacrificio, empatia, esfuerzo , paciencia y por supuesto
siempre resiliencia.
No siempre funcionará todo bien.... casi nunca.
Fdo: roberto manchado
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