Portada de Julien de Salaberry en Unsplash
La reciente publicación de la version 1.0 del plugin para Figma story.to.design por parte de divRIOTS viene a apoyar su visión sobre cómo deberíamos documentar la UI en nuestros proyectos.
Contrariamente al proceso habitual que todos ponemos en práctica — diseño de producto a partir de una guía de estilos en formato visual, después implementación a partir de estas especificaciones— en divRIOTS creen que el equipo de diseño no debería desperdiciar su tiempo en mantener una biblioteca de componentes de UI para seguir al día con la biblioteca de código implementada. Para ello, este plugin es capaz de extraer los componentes de un Storybook publicado, y generar a partir de él los assets gráficos de Figma. De esta forma entiendo que el diseñador de producto puede usar estos elementos de Figma para las próximas iteraciones, con total seguridad de que parte de la versión de producción.
Dejando a un lado el precio del plugin y sus capacidades —o si cumple lo que promete— hay que reconocer que el nuevo paradigma propuesto en el que el single source of truth pasa a ser código que vive en un repositorio junto al resto del proyecto vendría a eliminar muchos de los puntos de fricción entre el equipo de producto y el de desarrollo.
Siguiendo este paradigma pero desde el agnosticismo y con otro enfoque, specifyapp ha creado una plataforma para guardar los design tokens de nuestro proyecto y sincronizarlos usando una API.
La madurez de ambos productos respalda este nuevo enfoque que será tendencia en los siguientes años con la llegada de más herramientas y el refinamiento de metodologías para que podamos llevarlo a la práctica.
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