Aquí me encuentro otra vez: dándole mil vueltas a la cabeza, buscando bootcamps, preguntándome si realmente vale la pena intentar un cambio profesional. ¿De verdad es posible empezar de cero y dedicarme a otra cosa? ¿Tiene sentido este giro o debería simplemente silenciar mi mente y seguir en contabilidad, intentando mejorar dentro de "mi" campo?
🤹♀️ El dilema de las dos Lauras
Una parte de mí me dice que deje de pensar tanto, que trabaje y ya. Que lo importante es tener un empleo estable, buenas condiciones y tiempo para mis hijos. Nada más.
Pero la otra parte, la que grita más fuerte últimamente, sabe que eso es casi una utopía en este punto de mi vida. ¿Un buen trabajo, buenas condiciones y estabilidad partiendo desde cero? Suena bien... pero con mis nuevas circunstancias —ser madre presente— lo veo complicado.
⏳ Jornadas imposibles y culturas rígidas
Siento que para lograr eso tendría que trabajar más de lo que mi cuerpo y mi vida actual pueden sostener. Las empresas con estructuras rígidas no suelen estar preparadas para personas como yo, con tiempos diferentes y ritmos distintos.
He pensado que quizás mi lugar está en una startup, donde haya mentalidades más flexibles y roles más híbridos. Soy muy “hands on”, me adapto, soy resolutiva. Pero claro... ¿cómo llego ahí?
🚪 Entrevistas cerradas, puertas también
Sí, lo intenté. Fui a entrevistas. Pero los horarios, los trayectos, la logística de ser madre y profesional a la vez... todo se vuelve cuesta arriba. Me cansé de sentirme rechazada.
No los culpo. No me conocen. Pero duele. El proceso de búsqueda de empleo siempre me resultó frustrante, porque nunca supe “venderme”. Sé lo que valgo (cuando mi mente no me sabotea), pero no quiero demostrarlo en discursos vacíos o perfiles de LinkedIn en inglés que no me representan.
💭 La lucha mental constante
Y así me debato entre lo que debería hacer y lo que realmente quiero. Una lucha interna más... otra taranta mental en mi camino.
💻 ¿Aprender sola o buscar guía?
Decidí buscar bootcamps porque pensé: ¿puedo estudiar sola y aprender? Claro que sí. Pero soy completamente nueva en este mundo y necesito una guía clara.
Vi cientos de vídeos, tutoriales, y entendí que hay muchísimos lenguajes de programación, frameworks, caminos como front-end, back-end, full stack... y sinceramente, sin una estructura, sin una hoja de ruta, es muy fácil perderse.
📁 ¿Y después del estudio qué?
Otra gran razón para elegir un bootcamp: una vez que “termine” de estudiar, ¿cómo consigo trabajo? ¿Cómo armo un portfolio si ni siquiera sé por dónde empezar? ¿Cómo transformo mi CV, mi perfil profesional, si no tengo aún nada que lo respalde?
Esas preguntas me pesaban. Así que lo decidí: voy a estudiar en un bootcamp.
🔍 Elegir no fue tan fácil…
La búsqueda del bootcamp adecuado fue más larga de lo que esperaba. Hay muchísima oferta y fue difícil decidir. Mis dos criterios fueron claros: precio accesible y que se pudiera hacer en diferido.
El 100% de los que vi ofrecían clases en streaming en directo, de 18:30 o 19:00 hasta las 22:00 o incluso más. Para mí, eso es simplemente imposible. Tengo tres hijos que recojo a las 16:30 y a partir de ahí empieza el maratón: juegos, ducha, cena, cuentos… y luego, ordenar, lavar ropa, preparar mochilas y snacks para el día siguiente.
🧩 Mi solución: flexibilidad real
Por suerte, en Upgrade Hub encontré una opción: podía ver las clases al día siguiente de la emisión. Eso lo cambió todo.
Trabajo por la mañana. Por la tarde estudio hasta la hora de recoger a mis hijos. Luego, cuando se duermen, si me queda energía, vuelvo a estudiar. Ese es mi plan. Ese es mi tiempo. Y a eso me aferro.
Top comments (0)