Anoche después de una llamada me dormí angustiada y me levanté sin ánimos. Tengo una personita en un hombro que me repite todo el tiempo que me están pasando cosas increíbles en varios aspectos de mi vida y que las tengo que disfrutar. Pero no puedo, me cuesta, también me cuesta creer todo lo que me sucede.
Y me abrumo y pienso en qué pasaría si todo no es tan genial como parece o si de repente algo se derrumba, y es una posibilidad. No tenemos nada asegurado, pero también podemos permitirnos la angustia y la duda. Algunos conocen mi versión que enseña, que da clases de Python o que explica códigos IATA y cosas de aviones o tickets aéreos, pero detrás de eso hay una persona de carne y hueso, con emociones varias. Y no siempre estoy al 100%, es más, diría que es más común que no lo esté que que lo esté. Y está bien, no tenemos por qué ser siempre nuestra mejor versión, darnos nuestro espacio para que entren las angustias, los dolores, las dudas y los malos tragos es parte de nuestro día a día y eso incluye nuestro día a día profesional.
Llorar está bien, querer estar solo está bien, no querer hablar de lo que nos pasa está bien, no poder concentrarnos porque nuestra cabeza tiene otras cosas dando vueltas está bien, darnos la cabeza contra la pared está bien, dejar pasar unos días para volver al 100% está bien.
Los fines de semana me cuesta más el encierro que los días de semana, y extraño más el contacto humano. Anoche me dijeron cosas lindas y cariñosas y me quedé buscándole el pelo al huevo. Y no, a veces las cosas simplemente son y son hermosas, y otras veces simplemente son, y son tristes.
Y está bien que no seamos todo el tiempo nuestra mejor versión, somos humanos y por suerte sentimos.
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¡Qué mona!¡Gracias por compatir esto! 🧡