A veces las hackathons se cuentan como historias de éxito.
Repos prolijos, premios, fotos sonrientes, demos que “salieron bien”.
Pero casi nunca se cuenta lo que cuesta estar ahí, sobre todo cuando sos mujer.
Esta nota es para las que participaron en la hackathon de Stellar, en donde fui mentora Y también —sobre todo— para las que no pudieron ir.
Porque no ir no significa no pertenecer.
La hackathon no empieza el día del evento. Empieza mucho antes.
Empieza cuando dudás si anotarte.
Cuando pensás que no sabés lo suficiente.
Cuando mirás la lista de sponsors y sentís que “ese no es tu lugar”.
Empieza cuando tenés que pedir permiso en tu trabajo.
En tu casa, para ver quién cuida a tus hijos, a tus padres o a las personas que tenés a cargo. Empieza cuando pedís permiso en tu propia cabeza. Y ahí ya estamos jugando en desventaja.
En esta hackathon de Stellar hubo mujeres increíbles.
Algunas escribiendo contratos en Rust y ZK: con la creatividad de Maradona para codear cuando no hay manual y la precisión de Messi para saber cuándo gambetear y cuándo tocar simple.
Otras bancando el front como el Dibu en una final: atajando bugs imposibles, sosteniendo la presión, sin correrse cuando todo tiembla.
Hubo quienes llevaron el pitch, la coordinación y el caos con mentalidad de Selección: entendiendo que no se gana por una estrella sola, sino por un equipo que se cuida, rota, confía y se banca incluso en los peores momentos.
Y también estuvieron las que sostuvieron desde lejos.
Las que no viajaron pero acompañaron igual.
Las que preguntaron por chat, esperaron updates, mandaron un “¿cómo van?” justo cuando hacía falta.
Porque no todas entran a la cancha.
Pero todas son parte del partido.
Este espacio es para nombrarlas.
Porque nombrar también es reconocer.
Los proyectos (y las mujeres detrás)
Accesly: Es un SDK de autenticación social + Account Abstraction para Stellar que permite a developer crear onboarding estilo Web2 con seguridad Web3, incluyendo login con Google/email/teléfono, generación determinística de wallets, transacciones sin gas y recuperación social sin frases semilla. Creado por Vian y equipo
BeEnergy: Transforma comunidades en mercados de energía donde los vecinos pueden tokenizar y comerciar electricidad directamente usando Stellar, garantizando que cada transacción sea transparente e inmutable mediante blockchain en lugar de depender de sistemas centralizados opacos. Creado por Araceli, Beverly, Ange, Romi y Tam
Big Black Box: Es el primer marketplace descentralizado en Stellar diseñado específicamente para artistas digitales que pierden dinero por altas comisiones de plataformas tradicionales y conversiones costosas de dólares a pesos argentinos, además de perder clientes que prefieren el anonimato y rechazan procedimientos KYC invasivos. Creado por Andre, Arlette, Euge, Natali y equipo
Biochain: Transforma los datos de salud femenina en activos que las mujeres poseen, controlan y monetizan, mientras proporciona a la ciencia la evidencia longitudinal ausente durante décadas. Creado por Delfi, Flor, Nico y Sofi
Human: Conecta visibilidad + pagos + consumo en un solo flujo: los comercios crean una wallet, generan su QR automáticamente y aparecen en el mapa local, mientras las personas usuarias descubren, escanean y pagan, aumentando el tráfico y los tickets promedio en 15-30% versus efectivo. El modelo fortalece economías locales y circulares digitalizando PYMEs instantáneamente, habilitando participación de no bancarizados, y generando ingresos por comisiones ultra-bajas, spreads de conversión FX, publicidad in-app y microcréditos basados en historial de pagos real. Creado por Estefhany, Marian, Mar, Val y equipo
LuminaLab: El sistema permite a personas inventoras subir proyectos pre-patente que la comunidad financia, creando automáticamente una prueba digital de autoría desde el día uno que protege a la persona creadora mientras habilita inversión pública en ciencia con retornos claros y confiables. Cuando una patente financiada posteriormente se vende o licencia, la plataforma distribuye regalías automáticamente a todas las personas contribuyentes según su aporte. Creado por Car, Barb y Fidelina.
Lotty: Es un protocolo de "lotería sin pérdidas" en Stellar Network que combate la adicción al juego transformando el hábito destructivo de apostar en un hábito constructivo de ahorro, permitiendo a usuarios satisfacer su necesidad de dopamina y emoción de ganar sin arriesgar jamás su capital principal. Creado por Bella y equipo
MeetXLM: Es un protocolo nativo de Stellar construido enteramente en contratos inteligentes Soroban que transforma la participación en eventos en reputación on-chain verificable mediante NFT badges dinámicos, resolviendo la ausencia crítica de infraestructura para medir engagement comunitario en el ecosistema Stellar de LATAM donde organizadores, programas de grants y la Stellar Development Foundation carecen de formas confiables para trackear asistencia, prevenir fraude y construir reputación portable. Creado por Jenny y equipo
Spectra: Crea infraestructura técnica y legal que permite a usuarios verificar su identidad una sola vez y usar esa verificación en cualquier anchor o servicio dentro de Stellar mediante zero-knowledge proofs, eliminando fricción, repetición y exposición de datos al resolver que actualmente cada anchor requiere KYC completo (fotos, documentos, selfies, formularios) resultando en identidad duplicada en múltiples bases de datos, riesgos de seguridad aumentados y 60% de abandono en segundos KYC. Creado por Angie, Anouk, Dennise, Isamar y Karen
Spot: Es una herramienta para eventos, talleres y comunidades que transforma la participación en recuerdos digitales coleccionables verificables en Stellar, permitiendo a las organizaciones crear badges únicos entregados como NFTs a cada asistente o contribuyente para que guarden sus momentos importantes en su propia wallet Stellar. En lugar de que experiencias se pierdan en listas, correos o fotos sueltas, SPOT permite a cada persona construir un historial real y permanente de asistencia, logros y aportes que vive en blockchain de forma verificable e inmutable. Creado por Juli y equipo
TralalaContract: Es una plataforma Web3 no-code/low-code diseñada para estudiantes y universidades que permite desplegar smart contracts en Soroban/Stellar sin requerir conocimientos técnicos, simplemente arrastrando, soltando y desplegando contratos en minutos mediante interfaz visual intuitiva. Creado por Tici y equipo
VisionMe: Es una aplicación de ahorro emocional que construye hábitos financieros sostenibles mediante un avatar del "Yo Futuro" del usuario que actúa como mentor personal financiero, guiando progreso hacia metas, celebrando hitos, educando contextualmente y ofreciendo aliento durante el viaje, todo construido sobre Stellar con contratos inteligentes Soroban que automatizan micro-ahorros de forma segura, transparente y eficiente. Creado por Fab, Vero, Nati y Sol
Hay una trampa silenciosa en esta industria —y en las hackathons también— que nos hace creer que el objetivo final es ganar. Ganar premios, validación, aplausos, visibilidad. Y sí, ganar importa. Lo hicimos. Participamos, competimos y demostramos que sabemos construir.
Pero ganar una hackathon no es el final.
Es el comienzo.
La verdadera construcción empieza cuando dejamos de correr solo detrás del próximo deadline y empezamos a pensar en largo plazo: en productos que sobrevivan al demo, en soluciones que se conviertan en empresas, en equipos que no se disuelvan cuando se apagan las luces del evento.
Ahí la claridad cambia.
Ya no se trata de hacer más horas ni sumar features sin sentido, sino de tomar decisiones mejores. De entender qué vale la pena construir, para quién y con qué modelo.
Y eso requiere otra cosa: presencia, foco y calma.
Cuando bajamos la urgencia de demostrar todo el tiempo, aparece algo nuevo. Empezamos a disfrutar el proceso, incluso en lo incómodo. Incluso cuando no sabemos. Incluso cuando toca iterar, corregir o frenar.
Construir desde la calma no es conformarse.
Es construir con intención.
Buen Día Builders existe justamente por esto.
Porque ya estuvimos solas, corriendo, agotadas, ganando sin saber cómo seguir. Porque entendimos que si no cambiamos el ritmo, no hay empresa que aguante ni equipo que se sostenga.
Por eso este espacio no empuja: acompaña.
No acelera por acelerar: sostiene.
No exige resultados inmediatos: cuida los procesos que permiten escalar de verdad.
Buen Día Builders existe para que el talento no se quede en la hackathon, sino que se transforme en empresas reales. Y existe gracias a cada mujer que hoy no solo hackea, sino que se anima a pensar en grande, a largo plazo y con otras.
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