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Maximiliano Burgos
Maximiliano Burgos

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Hoy te voy a contar mis propios métodos de estudio

Confieso que al principio iba a crear un artículo titulado “Cómo estudiar” o “Aprender a estudiar”; pero me arrepentí porque es un tópico tan personal que decidí enfocarlo desde mis propios métodos de estudio. No voy a pretender que las formas de aprender que apliquen a mi, lo hagan de la misma manera en tu caso, querido lector. Pero quizá te puedan dar una guía o al menos un enfoque de hacia donde deberías llegar con este asunto. ¡Empecemos este viaje!

Si bien me voy a basar en mi area (sistemas) para explicar mis argumentos, es importante entender que todo esto es aplicable a cualquier area de estudio. Porque a fin de cuentas, estudies derecho, cocina, política o inversiones, las estrategias de estudio van a poder implementarse de la misma manera. Quizá el tópico te obligue a tomarte más tiempo en un método que en otro, pero en escencia vamos a estar hablando de lo mismo.

Estudiar es aburrido por definición

Como me encanta arruinar fiestas. Tiene que ser algún tipo de defecto en mi personalidad, pero cuando empiezo a tratar un tema, me encanta exponer un punto negativo que te baje a la realidad, querido lector. No te lo tomes personal: muchos/as como vos en este momento estan leyendo este artículo, no estas solo en este mar de decepciones.

Soy un vendedor horrible (pero me encanta): Te atraigo con un tópico espectacular, pero te bajo a tierra con una verdad incómoda que los dos conocemos muy bien: estudiar es aburrido, incluso si te apasiona la materia. Salvo que seas un gran entusiasta, en general empezas a estudiar algo cuando se vuelve una necesidad; es un medio para alcanzar una meta.

Este es el primer error que cometemos: no se puede disfrutar de algo que se usa como una herramienta para alcanzar otra cosa. Preguntale a un diseñador gráfico si disfruta usando la herramienta de pluma en Illustrator. Te va a contestar algo como: “ah, ¿se llamaba pluma? Yo le decía el coso ese“. El diseñador va a valorar más su habilidad y su trabajo final, que la herramienta que use en sí. Por eso cuando te venden un producto, no importa tanto que tenga unos bordes increíbles o la mayor cantidad de memoria interna; sino más bien la experiencia, el fin por el que vayas a usar ese producto.

En conclusión, para evitar que el estudio sea aburrido, debemos tomarlo más como un fin que como un medio. Y este cambio de paradigma, aunque parezca algo irracional, es fundamental. Piensa en los eruditos de la edad media: se encerraban en grandes bibliotecas a leer por horas; incluso algunos olvidaban comer en el proceso. ¡Hasta han tenido problemas de vista a largo plazo! A ese nivel de estudio estaban llegando. Pero ellos no lo utilizaban como un medio, sino que amaban estudiar, analizar los textos y crear nuevas conclusiones. Asi era como ayudaban a un rey para tomar una decisión importante, basado en el conocimiento que tenían.

Por lo cual, cambiar el foco del futuro hacia el presente, y disfrutar el momento, nos va a reducir la carga del estudio. Es el primer enfoque que necesitamos emprender, porque sino todo lo demás será un infierno interminable.

Organizar el estudio en tareas

Antes de comenzar, te recomiendo que leas este artículo, en el cual se trabajan herramientas que te voy a mencionar.

Mi estrategia es la siguiente: antes de lanzarme a comprar un curso de, por ejemplo, Data Analytics, me centro en los pasos que me va a llevar investigarlo, y los convierto en tareas reducidas y sencillas de tomar. Por ejemplo:

  • Hacer una búsqueda en Google acerca de Data Analytics (DA).
  • Considerar si lo quiero estudiar por hobbie o por trabajo.
  • Buscar en Youtube algún video introductorio del tema.
  • Anotarme ideas de qué considero que es DA para luego compararlo con mis investigaciones.
  • Crearme una cuenta en Notion y tomar notas sueltas de lo que voy aprendiendo.

Me gusta la idea de quitar esa famosa separación entre estudio y trabajo. Cuando estudiamos, emprendemos un proyecto personal en el cual vamos a adquirir un conocimiento nuevo. Todo esto implica gestionar tareas propias, las cuales nos llevan a distintas etapas evolutivas en las cuales tendremos que decidir cuánto del conocimiento es útil y cuánto no.

Esto que acabo de describir es parte de la metodología ágil que se implementa en un trabajo tradicional, solo que no tenemos un Jira, o un tablero (podríamos tenerlo, es una opción) ni tampoco un equipo de trabajo, aunque si podríamos estudiar en grupo.

Entonces tener tareas escritas y definidas nos permite generar un marco de trabajo. Nos da una dirección y todo se vuelve mucho más tangible. Es el mismo proceso que ocurre cuando nos sentamos a escribir: todas las ideas que rondan en la cabeza se vuelven reales, o al menos posibles.

Cuando estudiaba desarrollo de juegos en la Da Vinci (una universidad de Buenos Aires), conocí a un chico que siempre tenía un cuaderno de notas encima. Tenía la mochila con lo necesario para cada materia que cursábamos, pero ese anotador lo llevaba fuera, en sus manos, conjunto de una lapicera: nunca lo soltaba. Cada cierto tiempo, anotaba cosas. Luego de un mes, con más confianza, se me ocurrió preguntarle qué era: se trataba de su cuaderno de ideas para juegos. Me contaba que, sea hablando con algún amigo, caminando por ahí o incluso en algún evento, se le ocurrían ideas que no quería perder. Por lo cual llevaba este anotador a todos lados, llenos de garabatos y escritos de ideas que luego en su casa las pasaba en limpio o nunca las volvía a tocar.

Este método me resultó excelente: tu cabeza está llena de ideas, especialmente cuando emprendes un proyecto de estudio. Pero si no te sentás a escribirlas, dividirlas en tareas y organizarlas, vas a empezar a sufrir ansiedad o simplemente frustración. Nuestra mente siempre busca atajos, y darle algo tan pesado como una lista de ideas sin escribir, es algo con lo que no puede lidiar, es un contenido demasiado grande para sostenerlo en el tiempo. Dale un respiro y empezá a crear tareas.

Aplicá todo lo que aprendas

La información fue creada para usarla, no para guardarla. Estudiar se vuelve insoportable cuando memorizamos cosas para usarlas en otro momento. La única manera de asimilar el conocimiento, es poniéndolo a prueba: practicando lo aprendido, nuestra mente empieza a asumir que todo esto es útil, y va a guardar solo lo necesario.

Por ejemplo, te puedo enseñar muchos patrones de diseño mientras asentís con la cabeza y estas de acuerdo en que son prácticos y (a veces) sencillos de entender. Pero si terminas de leer mi artículo y luego vas a hacer otras cosas, ese conocimiento va a perderse. Es probable que el día que realmente lo necesites, vuelvas a leer mi artículo como si nunca lo hubieras hecho. En cambio si empezás a aplicarlo con ejemplos en algún lenguaje de programación que conozcas, o incluso en pseudocódigo, lo vas a asimilar e implementar donde lo necesites.

No sos un banco de conocimiento, para eso existe Internet

Otra estrategia que he aplicado desde siempre, es asumir que no puedo saberlo todo. Yo funciono como Google: indexo contenidos en mi cabeza. Esto significa que quizá no sepa de memoria los escritos de Kant acerca de la moral, pero tengo en mi cabeza un par de palabras clave que me permiten buscarlo y encontrarlo rápido.

En esencia, cuando escuchan la famosa frase:

La diferencia entre un desarrollador Junior y Senior, es que éste último sabe como googlear.

Es totalmente cierta: la experiencia te permite acceder a los bancos de conocimiento con agilidad, y no intentar ser uno. De hecho cuando estudiamos, vamos guardando atajos mentales hacia conocimientos desbloqueables y necesarios para otras instancias. Hoy no contás con los dedos (espero) para hacer una cuenta que supere el número 10, porque tenes aprendizajes indexados que ya te permiten sin siquiera pensarlo, llevar esos cálculos a la estadística y probabilidad, o a la compra del supermercado.

Por eso la escuela tiene niveles y grados de aprendizaje. Esto permite que con el correr de los años asimiles conocimientos y los guardes para una consulta rápida. Quizá en tu formación secundaria aprendiste mucha matemática que hoy no aplicas, pero esto te ayudó a crear un atajo por si un día necesitas saber como buscarla.

Conclusiones
Voy a ser completamente honesto, querido lector: sobre los tópicos de educación podría escribir kilómetros de artículos, porque es el tema al que más me dedico a investigar. Sin embargo, no puedo permitir que te duermas en el medio del show, por lo cual voy a darle un punto final a este artículo; pero sin antes decirte que seguramente voy a lanzar otros relacionados. Espero que te hayas podido llevar unos cuantos consejos aplicables a tus estudios.

¡Nos vemos en el siguiente!

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