Cuando el gestor de un proyecto es su mayor enemigo
Los proyectos de software casi siempre los construye un equipo de desarrollo, donde cada miembro es fundamental para el éxito del mismo.
Cada miembro del equipo necesita de los demás para sacar adelante un proyecto de software exitoso.
El resultado dependerá de la buena colaboración de todos sus miembros.
En cualquier equipo de desarrollo existe una persona, el manager, que se encarga de la gestión, coordinación, planificación y organización del proyecto.
Muchos proyectos fracasan porque el manager no hizo bien su trabajo.
La regla #1 para un manager: conocer la naturaleza del desarrollo de software.
A veces nos encontramos con managers que no saben como funciona o cuales son los procesos para desarrollar software de calidad.
Mínimamente el buen manager debería conocer como evoluciona un proyecto, los riesgos reales del mismo, y dominar la metodología de software elegida.
El responsable de un proyecto de desarrollo de software tiene que conocer en cierta medida cómo se construye una aplicación y estar familiarizado con sus conceptos fundamentales.
Tampoco se pide que domine todas las tecnologías del proyecto, pero sí que conozca los fundamentos generales de proyectos de software.
¿Cómo va un desarrollador a indicar la necesidad de mejorar (refactorizar) ciertos módulos si el gestor de proyecto no entiende que así estamos aumentando la velocidad de trabajo más adelante?
Las reuniones innecesarias en medio de un proyecto cuyo tiempo nos pisa los talones es muy fastidioso y frustrante para un desarrollador.
El manager es la persona que se encarga de que la paz mental y el ambiente laboral del proyecto sea el adecuado para asegurar soluciones de calidad.
Un desarrollador debería poder mantener entre un 80% y un 90% de su atención diaria a resolver problemas, y no distraerse con reuniones esporádicas.
Las circunstancias determinan la calidad del producto.
En ocasiones un manager proyecta sus dudas e inseguridades al equipo, cuando su rol debería ser el estar siempre preparado para lo que venga.
Uno de los más grandes errores de un manager es no cumplir con la planificación dada.
Nada peor para un programador que cambiar de tareas de manera recurrente, dejando asi tareas inconclusas.
Done means done: Principio de desarrollo ágil que estipula no pasar a otra tarea en el proyecto sin terminar, probar y evaluar la tarea actual en la que se trabaja.
La productividad se lleva fatal con malos gestores de proyectos.
Una cosa es que los requisitos no están claros, pero otra completamente diferente que los requisitos cambien de manera periódica; peor aun si esto se vuelve algo común y cronico.
Un manager bueno tiene que saber decir NO a sus superiores o al cliente muchas veces.
El manager también se debe encargar de que los desarrolladores tengan los equipos necesarios para desarrollar un buen trabajo.
Una mala computadora lo único que hace es retrasar y frustrar al equipo.
La buena productividad de un equipo consta de que cuente con buen hardware, herramientas, conexiones, etc., para que el equipo se desempeñe de buena manera.
Una buena organización garantiza un mejor desempeño.
Un buen manager debe tener herramientas adecuadas para manejar el equipo.
Nunca un buen manager asume que su equipo son sus subordinados, el manager es una pieza más del equipo.
Si un proyecto fracasa el principal responsable es el manager.
Puntos clave de un mal manager de software:
- No implementa una organización y planificación claras.
- Permite que se realicen cambios al proyecto de manera continua.
- No usa ningún software de gestión de proyectos.
- Convoca a reuniones espontáneas.
- Traslada sus inseguridades al equipo.
- No conoce la metodología de software que se usa en el proyecto.
- No se preocupa por mejorar el ambiente laboral.
- Acepta cualquier cambio de requerimiento.
- Carece de autoridad para que sus decisiones sean respetadas.
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